¿Te ha ocurrido que en ocasiones las personas te conocen y luego de varios encuentros te dicen “es que no imaginaba que fueras así”? ¿Alguna vez te encontraste en una entrevista de empleo y al salir sentiste que no pudiste mostrar todo tu potencial? ¿Se han asombrado tus conocidos cuando vieron tus últimas fotos porque no podían creer que eras capaz de lanzarte en paracaídas? Posiblemente eso se deba a que no te perciben como eres en realidad o lo que es igual, hay problemas de proyección.
En la actualidad, ser el mejor en tu área laboral o participar de formación continua, no es suficiente. Para sobrevivir en una era tecnológica de fácil acceso y de continuo descarte de todo, es necesario sobresalir. Sobresalir o destacarte especialmente en el mundo laboral resulta indispensable principalmente por la competencia. Cada día hay más personas preparadas y dispuestas a todo por lograr un empleo, un puesto más alto o iniciarse como emprendedores.
La imagen y proyección es algo que se construye diariamente y lo hacemos desde todos los escenarios. Incluso desde el ámbito educativo, en la sala de clase podemos trabajar con nuestra proyección. Son muchos los estudiantes que no toman conciencia de ello. Sin embargo, en ocasiones ese compañero de estudios que tienes a tu lado puede convertirse eventualmente en la recomendación para un empleo o puede ser hasta tu jefe o socio de negocios. Por otro lado, un empleado del sector de ventas o servicio al cliente debe estar consciente de que en cada cliente existe una oportunidad de progreso laboral. ¿Acaso no ha escuchado usted las típicas historias de personas que han recibido ofertas de empleo en respuesta al excelente servicio brindado a un cliente?
La forma en que nos comportamos y nos expresamos, ya sea en persona o a través de las redes sociales, crea una imagen de nosotros ante los demás. La manera en que nos vestimos y nuestros instrumentos de trabajo dicen mucho de cómo somos. La tarjeta de presentación y especialmente nuestra dirección electrónica, hablan nuestra calidad profesional. Todas estas cosas afectan nuestra proyección y forma en que nos ven los demás.
¿Eres de los que observa con optimismo la vida o eres de los que siempre comienza identificando lo negativo de la vida? ¿Te muestras como una persona conflictiva o como alguien capaz de trabajar en equipo y sacar lo mejor de las personas? ¿Eres de los que muestran agradecimiento o de los que creen que el mundo les pertenece y que sin ellos la tierra se detendría? La respuesta a todas esta preguntas, brinda una imagen de ti a los demás.
¿Qué es la marca personal?
Muchas personas piensan que crear una marca personal es crear una página web o un Facebook repleto de historias y fotografías en eventos sociales. Sin embargo, aunque las redes sociales son un aliado que nos ayudan en la creación de nuestra marca, son necesarias otras cosas para crear presencia y proyectarnos mejor.
La marca personal existe siempre porque es el ese conjunto de cosas que te distinguen de los demás. Son esas cosas que hacen que los demás te recuerden. Martin (2016), lo define muy bien al decir que se trata de la huella que dejamos en las demás personas. Sin embargo, esa huella puede ser tan positiva como negativa, tan correcta como incorrecta. Es por ello, que se habla de trabajar en la creación de la marca personal. Se aplican las técnicas de mercadeo a la propia persona. Ya no voy a pensar en el producto como algo externo e independiente de la persona. Ahora la persona es el propio producto, en el buen sentido de la palabra.
¿Qué es necesario para construir tu marca personal?
- Autoreflexión. Facchin (2017), indica lo siguiente: “Para mí la marca personal también la conforma lo que tú eres por dentro, porque a la larga es lo que terminarás reflejando hacia el resto de las personas”. Entonces, conócete primero para que puedas llegar luego a los demás. Sé honesto contigo e identifica qué tienes ahora mismo. ¿Cuáles son tus logros hoy en día? ¿Qué te mueve, te inspira y te apasiona? ¿Cuáles son tus áreas de fortaleza y tus áreas por mejorar? Cuida y fortalece tu autoestima.
- Establece metas y objetivos. ¿Hacia dónde deseas llegar? ¿Por qué y para qué? Tal vez tu meta es logar ampliar tus contactos, lograr un empleo u obtener un mejor puesto en la empresa en que trabajas. Si no se tienen claramente definidas las metas es muy difícil ser exitoso en lo que hagamos.
- Diseña tu propio plan. Identifica la estrategia correcta para lograr tus metas.
- Consistencia. Actúa como dices pensar. No es posible que apoyes en las redes sociales a los trabajadores y que luego cuando estés en una tienda, trates sin respeto al cajero.
- Disciplina, disciplina, disciplina. Nada ocurre sin disciplina y perseverancia.
No seas de los que ven los años pasar y solamente piensan en todo lo que no lograron o alcanzaron. Nunca es tarde para retomar los buenos propósitos e iniciar cambios. Comienza a construir o realzar tu imagen antes los demás. En el nuevo año proponte trascender. Que tu cambio no sea cosa de en un corte de cabello y la creación de una página web. Crea tu propia marca personal y destácate entre los demás. Aprende y disfruta diseñando tu marca personal.
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EXCELENTE ARTÍCULO PROFESORA!
Muchas gracias Frank. ¡Espero continuar cumpliendo con tus expectativas!!