Existen personas con las cuáles en ocasiones no sabemos cómo hablar. No encontramos las palabras ni el tono adecuado porque ante cualquier comentario estallan en ira creyendo que se les está agrediendo o criticando. Cualquier palabra es un insulto. Cualquier comentario es una crítica negativa. Cualquier consejo es sinónimo de rechazo o falta de aceptación. Este problema de la falta de destrezas en el manejo de las emociones nos lleva a un tema o concepto muy de moda desde hace algún tiempo. Nos referimos a la inteligencia emocional.
Contar con inteligencia emocional implica saber cómo reaccionar desde el ámbito emocional, a las distintas situaciones que se presentan y cómo gestionar de forma efectiva las emociones. Cada día son más las empresas que toman en cuenta la forma en que sus empleados gestionan las emociones. Ello resulta de suma importancia ya que pudiera ser utilizado como predictor de un clima laboral adecuado. Por lo tanto, la empresa necesita y urge de personas que no solamente realicen un buen trabajo, sino que también, ayuden a promover la sana convivencia.
Según Bravo (2019), la inteligencia emocional en el trabajo interviene en la toma de decisiones favorables, calidad de las relaciones interpersonales y el apropiado control de las emociones como el enojo, la frustración o la apatía, entre otras. Añade, que de esta manera, la influencia que tiene la inteligencia emocional en el trabajo sobre la capacidad del líder dentro del entorno profesional se hace evidente y se vuelve, de manera indiscutible, el factor determinante para el éxito del ejecutivo, muy por encima de otros tipos de inteligencia.
¿En qué consiste eso que llaman inteligencia emocional?
Para Daniel Goleman, psicólogo Estadounidense, autor del libro “La Inteligencia Emocional” (1985), ésta consiste en:
1) Conocer las propias emociones – autoconocimiento: tener conciencia de las propias emociones. Reconocer un sentimiento en el momento en que ocurre.
2) Manejar las emociones – auto control: tener la habilidad para manejar los propios sentimientos expresándolos de forma apropiada. La habilidad para expresar adecuadamente sentimientos como el enojo o la irritabilidad resulta de suma importancia en las relaciones interpersonales.
3) Reconocer las emociones de los demás – empatía: cuando se es empático pueden establecerse vínculos más estrechos y duraderos con las demás personas.
4) Establecer relaciones interpersonales: la habilidad de establecer buenas relaciones con los demás es una forma de garantizar un buen desempeño laboral.
Sabater (2017), afirma que no vale dominar una o tres de las fases anteriormente expuestas ya que, la persona emocionalmente inteligente es eficaz en todas ellas. Añade que: “en caso de no hacerlo, podríamos tener, por ejemplo, al clásico directivo entrenado en inteligencia emocional que solo ha llegado a asumir la auto-conciencia, pero no su capacidad de empatizar con los demás, de entender esos mundos ajenos a las propias necesidades y valores. Es por ello que debemos ver por tanto estas cuatro áreas como un todo”.
La inteligencia emocional es algo que se adquiere con el pasar de los años y la madurez. Aunque esta falta de inteligencia emocional puede deberse a problemas de salud mental, no siempre es esa la razón. En ocasiones se debe a baja autoestima lo que es bastante común. ¿Por qué mencionamos esto? Porque es así como podemos tomar consciencia de que es posible desarrollar la inteligencia emocional. Sin embargo, como cualquier otra habilidad, destreza o disciplina debemos tener la voluntad para lograrlo. Excusarnos aludiendo a la edad, la preparación académica o nivel social no es válido. Se puede tener y desarrollar inteligencia emocional si tal y como mencionamos anteriormente, tenemos la voluntad para ello.
Le invitamos a leer el artículo Desarrollando Inteligencia Emocional para una mejor Vida Laboral, en el cual encontrará recomendaciones para desarrollar su inteligencia emocional.
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Tienes toda la razon. He tenido unos meses horribles en mi empresa y como siempre, me ayudas con tu blog. Muchas gracias Maribel 🙂