Siempre he afirmado que entre sentirse enojado y sentirse decepcionado en una relación… nada es peor que la decepción. Es que cuando alguien te decepciona es muy difícil volver a ganar lo perdido. Es una sensación que se pasea entre la traición, el engaño y la tristeza que todo ello implica. Sin importar el contexto en el que ocurre la decepción, sea en las relaciones humanas o en el ámbito profesional es igualmente hiriente.
En opinión de Chico (2015), las desilusiones laborales en ocasiones pueden llegar a ser muy dolorosas, y para no sucumbir ante ellas, debemos aumentar la tolerancia a la decepción. Cosa que no es fácil si pensamos que, en el ámbito laboral, sentirse decepcionado va de la mano con sentirse utilizado. Es una especie de ilusión que muere repentinamente. Es esa emoción que desaparece como el proyecto en el que no te incluyeron, la idea que te robaron, los contactos que te arrebataron, la promesa que no te cumplieron y el tiempo perdido en algo que no resultó como esperabas. Sin embargo, esto de las decepciones en el ámbito laboral tiene muchas ramificaciones. No obstante, es importante indicar que a veces en esto de las decepciones no siempre se trata de un incumplimiento.
Ocurre en ocasiones, que sin darse cuenta las personas esperan que los demás actúen con la misma mejor intención y nivel de desprendimiento que lo harían ellos. También suele ocurrir que se asignan proyectos en la empresa, sin asignar los recursos necesarios para el desarrollo de este. Se exigen resultados irreales precisamente por la falta de recursos. Sin embargo, a vida entera está llena de altibajos que ponen a prueba nuestra capacidad adaptativa en momentos que pueden resultar ser de clara incertidumbre y en ello debemos trabajar.
Si bien es cierto que tanto la empresa como el empleado pierden cuando una de las partes se siente decepcionado, no es menos cierto que para el empleado supone un reto mayor. Es el empleado quien tiene que analizar con mayor prudencia, los pasos a seguir tras su decepción ya que no es tan fácil recoger el escritorio y tirar la puerta abandonando todo. Entonces cuáles serían algunos consejos para quienes se encuentren en una situación así.
- Identifica claramente el motivo de tu decepción: ¿se trata de un factor puramente económico o dificultades en el manejo de las relaciones de trabajo? ¿Se trata de algo que te prometieron y luego no se cumplió? ¿Se trata de algo que tú esperabas, aunque nunca te prometieron? ¿Te sientes decepcionado porque entiendes que tus valores y dignidad han sido lacerados?
- Habla de cómo te sientes: analiza si existe la posibilidad de tener una conversación con tu superior o con la persona que te decepcionó. Tener una conversación implica saber escuchar y no terminar en una discusión acalorada que no llevará a ningún lugar y que por el contrario afectará tu imagen profesional antes los demás.
- Activa la balanza: piensa en los beneficios que tienes en tu empresa y en las obligaciones personales que tienes también. Imagina una balanza y observa cómo se distribuye su peso.
- Establece prioridades: reflexiona en cuanto a tu estado actual y tu estado deseado, para determinar si puedes continuar trabajando en el mismo lugar o si irremediablemente debes iniciar una búsqueda de empleo.
- Pasa página: no te quedes solamente con el mal sabor de la decepción. Valora la experiencia como una de aprendizaje que, aunque dolorosa, sin duda alguna te preparará para iniciar nuevos proyectos y retos.
Durán Mena (2018), opina que las grandes decepciones a menudo definen momentos de cambio positivo en la vida de las personas. Si se aprende a manejar las mismas evitando que se conviertan en un obstáculo para establecer nuevas relaciones y proyectos, sin duda alguna pueden venir tiempos mejores. Cuando era pequeña estaba de moda una canción que decía… “El que se fue no hace falta. Hace falta el que vendrá”. Eso mismo te digo yo, aprende de la experiencia e inicia un nuevo viaje a donde te sientas valorado y respetado. Ese debe ser tu lugar… tu nueva casa laboral.
Como siempre… Emprende hoy, lidera tu cambio, inicia tu transformación, ten éxito y vive feliz. Agradezco tu apoyo. Sígueme en FaceBook, Twitter y Pinterest como Coach Maribel Aponte.
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Me gusto mucho, tal cual lo describe con las palabras que yo había verbalizado cuando pase por una decepción laboral. Ahora hace falta lo que vendrá…