Estudiaste, te graduaste, te asignaron un salón y en medio de altas y bajas tenías control y eras feliz. Ahora todo cambió. Se supone que, si quieres continuar ejerciendo tu profesión docente, debes hacerlo a distancia. Todo esto con mayor grado de empatía y manteniendo altos estándares de calidad. En resumen… que, aunque no estudiaste tecnología educativa ni educación a distancia hoy se supone que te desempeñes como experto en dicha área.
El escenario laboral de los docentes cambió y no se vislumbra volver a eso que “era normal”, al menos en buen tiempo. Más que nunca el docente de hoy debe aprender a organizar su tiempo y los múltiples roles que desempeña, para poder salir airoso. El conocimiento de la materia no representa un desafío. El desafío está ajustarnos al cambio en cuanto a la forma y los medios utilizados para brindar el contenido del curso.
En los últimos años no ha sido realizado un taller o conferencia educativa en que el tema del uso de la tecnología en el proceso de enseñanza fuera pasado de largo. Se ha repetido una y otra vez que es necesario lograr ciertas competencias en el área de tecnología, considerando cómo el mundo va transformándose tan aceleradamente. Incluso se ha hablado del analfabetismo digital como una nueva forma de analfabetismo.
Villanueva (2014), no se equivoca al afirmar que “la incorporación de nuevas tecnologías de comunicación e información en la educación representan un desafío para los modelos tradicionales de formación”. El sistema educativo en general tiene un gran desafío del que no escapan inclusive las universidades. No es raro ver docentes atados fuertemente a su zona de comodidad. Se niegan a fortalecer su conocimiento en el área de tecnología educativa y mucho menos, intentar la integración de ésta en sus cursos. Esto ocurre especialmente con docentes que cuentan con cierta seguridad de empleo en sus instituciones. Pues bien, la noticia es que todo ha cambiado y aquellos que opten por no unirse al cambio, quedarán rezagados rápidamente no por la tecnología en si misma, sino por alguien que ya ha hecho suya la tecnología sin temor alguno.
Es importante señalar que una vez abrazada la tecnología, existen otros desafíos a considerar. Según Huamán (2007) “los componentes o elementos básicos que integran el sistema de educación a distancia…son el alumno, el docente, los materiales o soportes de los contenidos, las vías de comunicación y la infraestructura organizada y de gestión en que se integran”. Esto significa que no se trata de encender la computadora y comenzar a hablar. Deben existir unas condiciones mínimas para que ese proceso de compartir conocimiento a distancia sea exitoso. Algunos aspectos por considerar son:
-Tener acceso a una buena señal de internet.
-Si el docente estará ofreciendo cursos a distancia de forma continua y sincrónica, debe considerar el tener una vía alterna de conexión como por ejemplo un hotspot en caso de que la conexión principal falle.
– Tener una silla cómoda especialmente si se está mucho tiempo o todo el día conectada a conferencia virtuales, etc.
– Seleccionar un área específica para las transmisiones. No se trata de ir compartiendo toda la casa a través de las videoconferencias. Tampoco se trata de distraer la atención de los participantes.
-Contar con un buen banco de recursos audiovisuales para enriquecer el contenido del curso.
Como todo lo que hacemos… es la práctica lo que hace la perfección. Los docentes no necesariamente nacieron y crecieron rodeados de las nuevas tecnologías que se utilizan actualmente en el ámbito educativo. Es por ello que, la práctica es necesaria en este punto. Nuestra disposición y actitud hacia el cambio sin duda puede ayudarnos y permitirá que el aprendizaje fluya de forma natural.
Este semestre escolar estuvo posiblemente lleno de improvisación. Fue necesario salir corriendo a convertir los cursos presenciales en cursos a distancia en cuestión de días. Sin embargo, ya se supone que pasó la prueba de fuego. Para el próximo semestre escolar, no puede haber improvisación. Ya no depende de lo que la institución educativa haga o deje de hacer. Ahora depende de cada docente, tomar el tiempo para mejorar sus destrezas de cara al nuevo año escolar.
Ahora que inicia el periodo de menor carga académica en las instituciones educativas, es el mejor momento para desarrollar las destrezas en tecnología. Reconozco que las instituciones están ofreciendo talleres de desarrollo profesional a su facultad sin costo alguno. Depende de nosotros aprovechar cada oportunidad para crecer, fortalecer nuestros cursos y ofrecer una mejor experiencia educativa a nuestros estudiantes.
Como siempre… Emprende hoy, lidera tu cambio, inicia tu transformación, ten éxito y vive feliz. Agradezco tu apoyo. Sígueme en FaceBook, Twitter y Pinterest como Coach Maribel Aponte.
Comenta qué te pareció este artículo y si te gustó, compártelo con tus amigos de Twitter, Facebook y Pinterest. Selecciona “me gusta” y “compartir”.